Por Ferran Martínez-Aira
A pesar de estrenarse en el Champions a las 18,55 el Camp Nou registró la mejor entrada (73.462 espectadores) de la primera jornada de la máxima competición europea donde Cristiano Ronaldo (114 goles en 150 partidos) y Leo Messi (100 goles en 98 partidos) dirimen quién es el rey de reyes a la hora de perforar la portería contraria. El Barça le endosó cuatro al PSV con tres dianas de Leo y otra de Dembélé que provocó el delirio de la parroquia culé.
Los pupilos de Valverde, con el once de gala sobre el césped, tardaron 32 minutos en abrir la lata holandesa gracias a un lanzamiento de falta cometida sobre Ousmane que el astro rosarino colocó por la escuadra de Zoet. Los chicos del ex blaugrana Van Bommel replicaron con sendos contragolpes de Lozano y Bergwinj que abortaron con acierto la velocidad de Alba, la omnipresencia de Piqué y el juego de pies y reflejos de Marc Ter Stegen. El resto hizo los deberes y Umtiti fue expulsado tras la segunda amarilla y se perderá el segundo partido en Wembley ante el Tottenham el próximo 3 de octubre.
Los tres primeros puntos de esta fase continental los metió definitivamente en el zurrón blaugrana el controvertido Dembélé (m.74), quién lo ha visto y quién lo ve, aunque no nos engañemos al galo de 22 años todavía le faltan aprobar algunas asignaturas. Sin embargo, su zarpazo desde fuera del área se recordará seguramente como el mejor gol de la primera jornada Champions a expensas de lo que pase mañana en los otros ocho campos. A renglón seguido con los tulipanes marchitados, Messi (m.77) certificó el 3-0 tras recibir una asistencia de Rakitic y el propio Leo se recreó en la suerte al establecer el 4-0 definitivo tras recibir un pase al espacio de Luis Suárez. Otro hat trick del jugador más sobresaliente del universo y un nuevo balón de recuerdo para que lo pateen sus tres vástagos.
BCN Polideportivo 