Por Fernando Martínez / agosto de 2014
Me ha gustado la película que Alex de la Iglesia ha realizado sobre Messi. Magistralmente producida por Mediapro, la cinta impacta durante los 97 minutos de metraje. Cuarenta y tres voces autorizadas y veinte actores elegidos entre Rosario, Buenos Aires y Barcelona conforman una cinta coral, donde el presagio de la abuela Celia, la actriz Julia Azar en la pantalla, se hace realidad cuando Leo triunfa con la camiseta blaugrana.
El personaje de la abuela, a la que Messi dedica siempre todos sus goles levantando los dedos índices de sus dos manos, lleva en volandas al director para ir introduciendo en la obra al resto de protagonistas, muy dignamente interpretados por los cuatro actores del Messi niño, que maravilla a los técnicos de Rosario por su extraordinaria habilidad con el balón en los pies.
Cruyff, al que el periodista Ramón Besa se atreve a definir como el gran revolucionario que acaba con todos los complejos de la historia barcelonista, cobra protagonismo con sus frases geniales como: “menos mal que ha nacido Messi, porque si no aún estaríamos hablando de Maradona, por lo tanto no se ha de comparar, se tiene que disfrutar”.
La película Messi está muy estructurada. De la Iglesia reúne en un restaurante a todos los entrenadores de Leo, a los periodistas que han seguido su carrera, a sus profesoras de colegio, a sus compañeros de equipo en Rosario y en Barcelona, a políticos, a escritores. Sin embargo, me gustaría preguntarle a Jaume Roures por qué se han omitido las voces, que no las imágenes, de Xavi y Guardiola. Para mí, estas tienen mucho más peso que las de Gratacós, Iniesta, Piqué o Mascherano, sin menospreciar a ninguno de estos últimos.
La película, que se presenta fuera de concurso en el Festival de Venecia que comienza este jueves, no dejará indiferente a nadie. Periodistas del peso de Santiago Segurola ponen el dedo en la llaga de cómo el fenómeno Messi es capaz de anular durante un lustro al máximo rival desde el 2-6 en el Bernabéu.
César Luis Menotti se moja al afirmar que “Messi ha encontrado en el Barça las condiciones que no hubiera descubierto en ningún otro club del mundo”, y lo define sin discusión como “el mejor jugador del mundo”. También Fabio Capello se quita el sombrero ante Lionel: “Nunca he visto un jugador con tanta calidad, personalidad y velocidad, lo tiene todo”.
Este Messi de Roures y de la Iglesia toca la fibra desde que Doña Celia le dice a su nieto que va a ser el mejor jugador del mundo, hasta los problemas de crecimiento del crack, la noche de Stamfor Bridge o la mirada enamorada del Leo de ocho años hacia su primer amor: Antonella. Messi es una película con mucho más amor que fútbol. Gracias al amor nace una estrella. Gracias al amor, Leo hace feliz a su familia. Gracias al amor, cambia definitivamente la historia de un club centenario como Johan Cruyff comenzó a gestar en 1992, conquistado la primera Copa de Europa del Barça. Con Leo llegaron tres más.