Por Fernando Martínez / febrero de 2015
No fui al Camp Nou el sábado pasado, pero el Plus me permitió aburrirme como una ostra en mi casa de La Cerdanya, viendo como el Barça no fue capaz de remontar el 0-1 de Juanmi con 83 minutos por delante. Un remate de Rafinha que sacó Wellington debajo de los palos, un disparo de Suárez a la manos de Kameni y un derechazo de Pedro a la red lateral, fueron todo el bagaje ofensivo que desplegó un desconocido Barça, que nos había enamorado durante las últimas y triunfales once jornadas con su fútbol vertical, vistoso, arrollador, preciosista y asustando a un Real Madrid que no convencía a nadie. Ahora los blancos vuelven a tomar ventaja con cuatro puntos y seguramente mantendrán esa diferencia hasta que visiten el Camp Nou el 22 de marzo a las 9 de la noche.
¿Qué le sucedió al Barça?. Ni siesta ni excusas que valgan y más cuando en el partido de la primera vuelta disputado en La Rosaleda, el Málaga, que ahora entrena aquel fino interior del Lleida, Xabier Gracia, también supo como frenar al superequipo de L.E. (0-0). El caso es que el Barça se pudo ir a dormir de lider y ha viajado hoy a Manchester con todas las dudas que sembró el 4 de enero cuando cayó en Donosti ante la Real Sociedad. Son ya cuatro derrotas en Liga: Bernabeu (3-1) Camp Nou ante el Celta (0-1), Atocha (1-0) y el sábado en casa ante el Málaga (0-1).
Lo peor no fue perder los tres puntos ante el ordenado conjunto andaluz. La imagen azulgrana fue penosa. Sólo se salvaron de la quema Mathieu y Piqué. El resto, con Messi a la cabeza, suspenso general en todo. Faltaron los chispazos de Leo que te resuelve la papeleta en dos minutos. Neymar quiso hacer la guerra por su cuenta y Suárez sigue divorciado con el gol por lo menos hasta la fecha. El centro del campo, con Iniesta, Busquets y Rafinha, estuvo tan espeso como la dupla mortal: Messi y Ney, ambos suman 43 goles en la Liga y el sábado no remataron ni una sola vez entre los tres palos.
Hasta L.E. reconoció que la derrota era justa. Mañana ante el City de Pellegrini reaccionaran porque de lo que no hay duda es que éste equipo tiene amor propio y mucho fútbol en su plantilla. Pongamos que el 0-1 del sábado fue un accidente y sigamos soñanado con el triplete, aunque como dice Piqué sólo se ha logrado una vez en los 116 años de historia del club.
BCN Polideportivo 