Por Fernando Martínez / Marzo de 2015
Los 22.538 espectadores que se dieron cita en las gradas de Cornellà-El Prat aceptaron de buen grado el empate sin goles de su equipo ante el Atlético de Madrid, que sólo ha sido capaz de ganar una vez a los blanquiazules (2012) en sus últimas seis visitas al Power8. El Espanyol tuvo suerte de sumar un punto.
Anduvo espeso el conjunto de Sergio González, aún tocado tras su eliminación en la Copa del Rey, cuando todas las ilusiones de la temporada estaban puestas en esa teórica final ante su vecino azulgrana.
Ayer, el Espanyol fue a remolque, prácticamente durante los 90 minutos, a pesar de jugar con un hombre más toda la segunda parte tras la justa expulsión de Miranda al filo del descanso. Un remate de Torres que sacó in extremis Casilla (m.11)fue lo único destacado de los primeros 45 minutos.
Paradójicamente, en la reanudación, sólo existió un equipo sobre el césped. El Atlético se jugaba el tercer puesto de la Liga y puso sus mejores pilares en juego con la entrada de Arda, uno de los peloteros que marcan diferencias de este campeonato. Simeone sabe manejar a su equipo, aún en inferioridad númerica y le ganó la partida a Sergio González, que rectificó tarde al dar entrada a Cañas por Abraham. Volvió a ser Kiko Casilla quién tuvo que sacar las castañas del fuego y llevarse la ovación de la tarde tras otro fantástico paradón cuando el encuentro entraba en la fase decisiva. El portero españolista borró y con creces su tremenda pifia el domingo pasado en San Sebastián cuando le puso el triunfo en bandeja a la Real Sociedad.
De nada sirvió la entrada de Stuani por un apagado Caicedo. Esta vez el charrúa no fue el revulsivo de otros partidos, como tampoco el capitán Sergio García, con su cabeza en otra parte, seguramente por su presunta implicación en la compra de partidos de Osasuna y que le obligó a viajar a Pamplona durante la semana para declarar en el juzgado de la capital navarra.