Los azulgrana dieron 615 pases correctos, 61 de Sergi Roberto, cada vez más entonado, todo lo contrario de Neymar al que se le espera en los ocho partidos que restan por jugar
Por Ferran Martínez/ Abril de 2015
Si el 24 de mayo o antes de esa fecha (restan 24 puntos en juego) el Barça se proclama campeón de Liga, todos hablarán maravillas de Luis Enrique por su manera de dosificar y rotar a este Barça de vaivenes y capaz de jugar mil partidos en uno. Sin Piqué, Mathieu, Alba, Iniesta, Busquets y Neymar, al Barça le costó imponer su jerarquía.
A pesar de las ausencias, frente al Almería de Sergi Barjuan fue coser y cantar. Sin deslumbrar, los azulgrana golearon al vicecolista, que sólo aguantó la presión y ansiedad del líder 34 minutos. Momento en que Messi pide el esférico, construye un espacio imposible y dispara un zurdazo envenenado que se cuela en las redes almerienses. Parece tan fácil lo que hace “la pulga” que el Camp Nou prefiere corear el nombre de Xavi para que se quede un poquito más maravillando con sus cambios de ritmo y suplicando a Iván Corretja, su representante, que pida una prórroga a los Emiratos Arabes antes de traspasarlo a razón de 10 millones de euros por cada una de las dos temporadas firmadas más otra opcional cuando cumpla 38 años.
Poquita cosa más se presenció en el Estadi como ya viene siendo norma en el primer tiempo. Bravo estuvo antento en dos escarceos del ex blanquiazul Thievy, al que el árbitro anuló un golazo de chilena por fuera de juego antes del 4-0.
Sin embargo, este Barça tiene recursos y echa mano de ellos cuando los necesita. Cuando descansan Mathieu, Piqué o Iniesta, esperando el partido decisivo en Sevilla de este próximo sábado, aparecen Sergi Roberto, cada vez más entonado para dar 61 pases correctos de los 615 que realizó el equipo de L.E. o la luna llena ilumina a Luis Suárez que suelta un trallazo a los 9 minutos de la reanudación para sentenciar el encuentro. Posteriomente, el suplente eficaz llamado Marc Bartra cabecea como Piqué o Mathieu para poner el 3-0 y se coloca el balón dentro de la camiseta para celebrar el embarazo de su chica y su futura paternidad.
La guinda corresponde de nuevo al delantero de los 81 millones de euros, tras una magnífica jugada de Pedro, codiciado por el Liverpool y mucho más luchador que el cansino y apagado Neymar, al que se le espera en los ocho partidos que restan por jugar. Menos peinaditos y más goles señor Ney que lleva ya cinco jornadas divorciado con el gol y urge resolver su problema, especialmente cuando su amigo Messi no ve puerta, por suerte en contadas ocasiones.
Ahora si que llega la hora de la verdad. Los tres próximos compromisos ligueros del Barça (Sevilla, Valencia y Espanyol) marcarán definitivamente el rumbo del campeonato, teniendo en cuenta que el Madrid disfrutará de un calendario más asequible (Eibar, Málaga y Celta). Cuatro puntos es mucha o poca ventaja según se desarrollen los nueve puntos que estarán en juego. Posteriomente al líder le restará recibir al Getafe, Real Sociedad y Deportivo en el Camp Nou para viajar a Córdoba y al Vicente Calderón, mientras que al Madrid, que ayer sufrió en Vallecas hasta el minuto 69 cuando Cristiano marcó su gol 300 como madridista, jugará en el Bernabéu frente Almería, Valencia y Getafe y se desplazará a Sevilla y Cornellà, donde el Espanyol podría ser el juez que dictaría la condena definitiva del Real en beneficio del Barça.